sábado, 21 de mayo de 2016

Una canción para no perderse.

Está es una de mis favoritas (de mis muchas favoritas), me ayuda a no perder el norte, a valorar la esencia de la vida. Miles de veces la he escuchado y miles de veces la volveré a escuchar, porque mil veces más volveré a necesitar encontrar el rumbo.




¡Cuántas veces me he perdido!
¡Cuántas veces no he encontrado el camino, ni hallado el rumbo!
¡Cuántas cosas inútiles he perseguido!
¡Cuántas veces me he creído vencedor de nada!
¡Cuántas veces.... cuántas!

¡Cuanto tiempo perdido!....

Mucho tiempo sombra fui de mi mismo, me perdí.
Cuantas vueltas, ruido, vanidades...
Y al final, todo está en mi mismo, en mi interior,
La grandeza me rodea, está en lo cotidiano, en lo minúsculo...

La vida en su trajín te empuja, te absorbe...

Pero al final "todo tiene quien todo da",
"nada espero, nada sé... nada tengo, sólo fue"

Y es eso, la vida es un fue y un es,
Lo que hiciste y lo que haces....

Por eso quiero tener la "alegría del que está en paz".

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